domingo, 27 de septiembre de 2009

Acusan a gerente de Doe Run por la muerte de policía

Señalan a Juan Carlos Huyhua como autor mediato de ataques. Comisión del Congreso propone ampliar hasta 30 meses el PAMA. Nueva jornada de desmanes deja dos heridos de gravedad. Editorial: Los extremos de la irresponsabilidad empresarial
Tras dos días de violencia en La Oroya, los trabajadores de la minera Doe Run acordaron anoche suspender el paro indefinido luego de que la Comisión de Energía y Minas del Congreso aprobara el proyecto de ley que amplía por 30 meses el plazo para que la empresa cumpla con ejecutar el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA).
En la práctica, significa que los mineros han dado una “tregua”, a la espera de la decisión final del pleno del Congreso, que someterá hoy a voto el proyecto de ley.
Sin embargo, antes de que se suspendiera la medida de fuerza, durante la jornada de protesta hubo varios brotes de violencia.
NUEVOS ENFRENTAMIENTOS
La muerte del suboficial de segunda PNP Grobert Saico Taipe, ocurrida la noche del martes luego de que recibiera el impacto de una piedra lanzada desde un cerro, hizo ayer que el segundo día de paro empezara con un clima de tensión.
Desde las seis de la mañana, varios grupos de policías recorrieron La Oroya para impedir que los trabajadores organizaran nuevos bloqueos. El tránsito era, entonces, relativamente fluido.
A las ocho de la mañana, los policías acometieron contra un grupo de manifestantes reunidos cerca del puente de Marcavalle usando bombas lacrimógenas.
En esta refriega resultó herido César Ingaruca (43), quien sufrió un golpe en la cabeza. Poco después, se informó sobre la detención de María Rojas Almonacid, quien fue sacada a rastras de su vivienda ubicada en Curipata.
A pesar del despliegue policial, a las nueve de la mañana la vía nuevamente fue bloqueada, luego de que los dirigentes que organizaron la protesta fueran desalojados del local del sindicato metalúrgico, donde se habían reunido.
A LA EXPECTATIVA
Poco antes de las 10 de la mañana llegó a La Oroya el presidente de la región Junín, Vladimiro Huaroc, quien intentó interceder entre los manifestantes y la policía para que se restableciera el tránsito sin actos de violencia.
Justo en ese momento, a la altura del complejo de Doe Run la policía arremetió otra vez, pero con más fuerza. Ante esta situación (y en medio del humo de las bombas lacrimógenas), algunos pobladores se lanzaron por los barrancos hacia la orilla del río Mantaro. Aquí resultó herido otro minero identificado como Adrián Luis Huaytán.
Por la noche, el tránsito en La Oroya fluía con normalidad. Los mineros suspendieron el paro y acordaron seguir las incidencias del pleno del Congreso que se llevará a cabo hoy.