sábado, 6 de junio de 2009

Bagua se desangra

Autoridades del Gobierno hablan de 14 muertos: 11 policías y 3 nativos. Extraoficialmente se dice que son 25 los lugareños fallecidos. Hospitales no se dieron abasto para atender a más de un centenar de heridos hicieron colapsar varios. Indígenas secuestran a 38 policías que vigilaban la Estación 6 de Petro-Perú. Gobierno declara estado de emergencia y toque de queda en la zona. Presentan denuncia penal contra Alberto Pizango, líder de los nativos
La jornada de ayer, no solo echó por tierra todo viso de solución al problema, sino que lo agravó más. El desalojo de varios tramos de la carretera Fernando Belaunde que permanecían bloqueados por unos 3.000 nativos, en Amazonas, desató un feroz enfrentamiento entre policías y manifestantes, dejando varios muertos y heridos de los dos grupos. Ello sin contar los saqueos y disturbios producidos en la ciudad de Bagua.
Las operaciones en los sectores de Corral Quemado, Curva del Diablo y Reposo, ubicados en los kilómetros 180, 201 y 207 de la vía Fernando Belaunde, respectivamente, se iniciaron cerca de las 6:30 a.m. En estas participaron 639 agentes, indicaría después desde Lima el director de la Policía Nacional, José Sánchez Farfán. Estos fueron apoyados por miembros del Ejército.
Al ver el accionar de los agentes del orden en Curva del Diablo, manifestantes que se hallaban en cerros aledaños desde la noche anterior comenzaron a arrojarles piedras y objetos contundentes. De pronto, un grupo comenzó a disparar con escopetas y armas de guerra e hirió a numerosos policías, lo que motivó que estos últimos subieran a las lomas para enfrentarlos cuerpo a cuerpo. Una vez allí, estos fueron atacados por otra agrupación de indígenas que llegó por la parte de abajo. Al tratar de defenderse, los policías también habrían disparado, por lo que el tiroteo produjo una cantidad de heridos que luego fueron trasladados a los hospitales de Bagua y Utcubamba, varios de los cuales no se dieron abasto para atenderlos .
En ese enfrentamiento murieron cinco agentes de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes), todos degollados y por heridas causadas con lanzas y disparos de escopeta de calibre 12. Sus cuerpos fueron lanzados al precipicio, de donde luego serían recuperados.
En tanto, en Reposo, murieron dos indígenas. En este lugar también se quemó un vehículo de los bomberos, una ambulancia y la camioneta de la fiscalía de Utcubamba.
Según la Aidesep, los indígenas fueron atacados inopinadamente por los policías, que les dispararon ráfagas incluso desde cuatro helicópteros.
Fue al mediodía que se logró despejar por completo la mencionada vía. Otros cuatro policías perdieron la vida en diferentes tramos de la carretera con ese cometido. Al cierre de esta edición, dos agentes se encontraban desaparecidos.
Desde Lambayeque, el presidente de la República, Alan García, responsabilizó de lo sucedido a “los seudodirigentes” de las comunidades nativas que incentivan la violencia. En el Congreso, en Lima, la oposición pedía una sesión plenaria para tratar la derogatoria de los decretos legislativos por los que protestan los nativos. Pizango, por su parte, daba conferencias de prensa en Lima.
A ello se suma que mientras decenas de heridos eran atendidos en hospitales de Utcubamba y Bagua, en esta última ciudad turbas de manifestantes atacaron y saquearon diversos locales públicos como el Módulo Básico de Justicia, la Gobernación, la oficina del Ministerio Público, así como los locales del Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) y el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri), entre otros. Para repeler los ataques, policías lanzaron bombas lacrimógenas en varias zonas de esa urbe. Varios pobladores fueron detenidos. Aunque no se sabe con precisión cuántos se hallan en Bagua, se conoce que 19 fueron llevados a Chiclayo.
CIFRAS ENCONTRADAS
Al llegar la noche, el primer ministro dio las lamentables primeras cifras oficiales de la jornada: 11 policías muertos (dos de ellos desaparecidos), 3 nativos fallecidos, 109 heridos — entre ellos cinco agentes del orden en estado de gravedad—- y 36 detenidos.
La cifra de muertos, anunciada en una conferencia de prensa a la que asistieron casi todos los ministros, contradice las versiones de indígenas que afirman que más de 20 nativos fallecieron. Y también la de los heridos, pues desde Bagua se informa que son más de 140.
El ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, anunció la implantación del toque de queda en varias localidades de Amazonas en las que hay tensión. Al cierre de esta edición, se conoció que patrullas del Ejército rondaban Bagua.

Fuente: El Comercio del 06.07.09

Pronunciamiento de ONGs extranjeras sobre el conflicto indígena


6 de junio de 2009

Nosotros, las organizaciones abajo firmantes, condenamos la violencia contra los manifestantes pacíficos indígenas y la policía en el Perú, que ha resultado en la muerte de al menos 30 personas hasta la fecha.

Hacemos un llamado tanto al Gobierno del Perú como a la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) para que establezcan un diálogo de buena fe para prevenir una mayor escalada de violencia. Apremiamos a la comunidad internacional para que envíe un claro mensaje a Perú de que la represión militar no es una forma aceptable para la resolución de conflictos.

La actual y violenta crisis en el respeto de los derechos humanos ilustra de forma vívida las consecuencias de un fracaso sistemático en los procesos básicos de gobernanza relativos a procesos de consulta, tenencia de tierras y acceso a los recursos.

La movilización de los pueblos indígenas que desembocó en violencia el pasado viernes comenzó en abril como reacción a una serie de leyes promulgadas por el gobierno del Presidente Alan García durante el pasado año. Las leyes contienen disposiciones que las organizaciones indígenas consideran como una amenaza a sus derechos fundamentales de acceso y toma de decisiones sobre sus bosques, recursos y territorios. Dichas leyes fueron redactadas y aprobadas sin ningún tipo de consulta formal o informal con los pueblos indígenas, en violación de los compromisos asumidos por el Perú bajo el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta es la segunda ocasión en menos de un año en que los pueblos indígenas amazónicos han tenido que recurrir a grandes bloqueos prolongados de carreteras, ríos e infraestructuras de las industrias extractivas, después de que sus frecuentes peticiones de consulta y diálogo hayan sido ignoradas en Lima.

El trágico desarrollo de estos incidentes pone en evidencia que ignorar los derechos de los pueblos y su participación en los procesos que afectan sus tierras y medios de vida puede resultar en serios conflictos sociales y políticas fallidas. Mientras lo negociadores de cambio climático se reúnen en Bonn, se debe prestar especial atención a estos sucesos y las lecciones que de ellos pueden extraerse, de forma que pueda garantizarse que los derechos de los pueblos indígenas se consideren como una parte integral de cualquier acuerdo final para salvar los bosques y el clima.

Amazon Alliance
Asian Indigenous Women's Network (AIWN).
COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica)
Consumers Association of Penang, Malaysia
Ecologistas en Acción, Spain
Ecological Society of the Philippines
Environmental Investigation Agency, US & UK
FERN
Friends of the Earth International
Global Exchange, United States
Global Social Justice, Belgium
Global Witness, UK
Greenpeace International
Humane Society International, Australia
Indigenous Environmental Network (IEN)
International Accountability Project, US
International Youth Caucus, Bonn
North East Peoples Alliance on Trade, Finance and Development, India
Rainforest Action Network, United States
Rainforest Foundation UK
Salva le Foreste, Italy
Sierra Club, United States
Sustainability Watch Network, Central America
Tebtebba (Indigenous Peoples' International Centre for Policy Research and Education)
Terra!, Italy
Third World Network
Wetlands International, Netherlands
World Rainforest Movement, Uruguay
The Wilderness Society, Australia

Fuente: Derecho, Ambiente y Recursos Naturales - DAR

La represión violenta de la causa indígena sólo traera dolor a los peruanos. IDLADS exhorta al gobierno peruano por una solución pacífica

Nativos y policías mueren en operativo para desbloquear carretera. Miles de nativos mantenían tomado desde hace doce días el tramo de la carretera Fernando Belaunde conocido como la “Curva del Diablo”.Elízabeth Prado y corresponsales.Un número no determinado de indígenas muertos, once policías caídos y cientos de heridos fueron el resultado de la intervención policial para despejar el km 202 de la carretera Fernando Belaunde Terry, en Bagua, donde más de tres mil indígenas de las etnias awajún y wampis, así como campesinos, ronderos y ex combatientes del Cenepa, estaban posesionados de la zona denominada ‘Curva del Diablo’. A las seis de la mañana, tres helicópteros MI-17 de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, salidos de la base El Milagro, sobrevolaron la zona arrojando bombas lacrimógenas sobre la población atrincherada en la vía. Simultáneamente un grueso contingente policial arremetió en tierra haciendo uso de fusiles AKM.En pocos minutos, la carretera tomada se vio sembrada de cadáveres y heridos que sus propios hermanos trataban de reanimar en medio del ataque policial. Tan pronto se enteraron de la masacre, la población de Bagua Chica –la ciudad más cercana al lugar del enfrentamiento– entró en rebelión, y grupos enardecidos se lanzaron a prender fuego al local del Partido Aprista, así como también a las instalaciones de organismos estatales como Cofopri, Pronaa y el módulo del Poder Judicial.
BLOQUEAN AYUDA
Otros pobladores procedentes de Bagua Grande que acudieron en apoyo de los nativos sólo llegaron hasta la zona de El Reposo, seis kilómetros antes de la “Curva del Diablo”. Allí, un fuerte contingente policial impidió su paso. Los efectivos no permitieron el ingreso de agua e insumos de primeros auxilios para las víctimas. A las 10.30 de la mañana, el fiscal superior de Utcubamba, Ventura Loayza, llegó al lugar con la intención de tomar conocimiento de los hechos, pero los indígenas reaccionaron violentamente contra el representante del Ministerio Público. A pesar de la intervención de la Defensoría del Pueblo para retomar la cordura, una camioneta de la fiscalía fue totalmente quemada.La Policía nuevamente entró en acción. Desde un helicóptero arrojó bombas lacrimógenas y disparó con armas de fuego. Doblegados por el pánico, los manifestantes corrieron despavoridos llevándose consigo a algunos de los heridos, varios de ellos con impactos de bala.Al mediodía, el tránsito por la carretera Fernando Belaunde Terry fue completamente restablecido, pero los actos de protesta se trasladaron hacia Bagua Grande y Bagua Chica. El enfrentamiento entre la Policía y los pobladores se prolongó hasta la tarde. La población se enfrentó a las fuerzas del orden lanzándoles una lluvia de piedras. Se observó un grupo de personas que portaba potes de gasolina en las manos.
Más MUERTOS EN BAGUA
En Bagua Grande, voceros de las comunidades indígenas reportaron la muerte de dos adolescentes supuestamente victimados cuando la muchedumbre protestaba en la plaza de armas. Asimismo, señalaron que los apus de la etnia awajún Felipe Sabio César y Mateo Inti también habrían fallecido.Entre las víctimas figura igualmente el conocido dirigente aguaruna huambisa Santiago Manuin Valera, quien fue abaleado mientras participaba en las protestas.Zebelio Kayap, presidente de la Organización de Comunidades Fronterizas del Cenepa (Odecofroc), denunció que algunos cadáveres de los indígenas habrían sido quemados por los miembros de la Diroes y arrojados al río Marañón a la altura del caserío El Reposo.La cantidad de personal médico también resultó insuficiente para atender a los heridos que sumaron más de cien, según reportes de responsables de los nosocomios. DetenidosAunque las autoridades del gobierno no han entregado un reporte oficial, se estima en más de cuarenta los detenidos, entre pobladores y nativos. Estas personas estarían confinadas en la base militar El Milagro por determinación del Ministerio Público, debido a que la comisaría de la ciudad no presenta las garantías necesarias dada la situación de inestabilidad.Extraoficialmente se sabe que parte de los detenidos en el enfrentamiento ocurrido en la “Curva del Diablo” fueron conducidos hasta Chiclayo y recluidos en los calabozos de la División Contra el Terrorismo de esa ciudad, también por razones de seguridad. Entre los detenidos figuran Dany López Shawi (26), Mariano Mayak Payash (63), Santiago Visalot Isuiza (31), Samuel Sánchez Cotrina (33), Gonzalo Campos Bautista (32) y Alberto Alberca Meléndrez (34).También Martínez Wampoqkit Akintui (30), Brombel Mendoza Espinoza (30), Joel Nancy Singuani (16), Segundo Raúl Pariatán Jara (35), Lorenzo Castillo Abad (30) y Jorge Maruluz González (61).Asimismo, Adriana Taysh Ijusam (33), Gamaniel Ángel García Cumbay (38), Benito Soto Ortega (28), José Martín Quiaco Shimpucate (28) y Luis Yagkuug Vílchez (44).En tanto, el representante de la Defensoría del Pueblo de Amazonas, Roberto Guevara, informó que médicos legistas y un representante de la fiscalía levantaron los cuerpos de cinco cadáveres. Cuatro serían de indígenas y uno el de un miembro del grupo policial que estuvo en la operación de desbloqueo de la carretera.En horas de la tarde, el Colegio Médico de Chachapoyas reportaba que la cifra de civiles muertos se elevaba a veinticinco. Al conocer lo sucedido, la población salió a las calles en una multitudinaria marcha para solidarizarse con los indígenas amazónicos, quienes exigen la derogatoria de los decretos legislativos lesivos a sus derechos constitucionales. Hasta el cierre de esta edición, la versión oficial sobre los violentos sucesos es confusa y contradictoria.DatosToque de queda. El ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, anunció el Estado de Emergencia en Bagua y Utcubamba.Se unen. En solidaridad con los indígenas, ronderos de la zona bloquearon dos tramos de la carretera Fernando Belaunde Terry en los sectores conocidos como San Luis y Pedro Ruiz. La misión era desalojar la carreteraEl director general de la Policía Nacional, teniente general PNP José Sánchez Farfán, admitió desde temprano que la misión era recuperar la carretera Fernando Belaunde Terry bloqueada por los nativos indígenas desde hace 56 días. “Nuestra misión era desalojar a los que estaban obstruyendo el tránsito y eso se logró, obviamente con las bajas lamentables para nuestro personal”, señaló. El máximo jefe de la institución policial indicó que cuando se inicia la operación los policías fueron atacada con lanzas, y luego los ataques se ampliaron contra objetivos del Estado. “Han incendiado los locales de la gobernación de Bagua, de Cofopri y la fiscalía”. Negó que la policía haya iniciado los hechos de violencia desde el aire como algunas señalaron versiones periodísticas. “El helicóptero policial ha disparado gases lacrimógenos y no disparos. No hemos ido a un enfrentamiento”, aseguró. El jefe del Estado Mayor, general Miguel Hidalgo, aseguró que hubo un trabajo previó de la policía antes del operativo. “Hubo una planificación previa”, dijo aunque no explicó cómo entonces 12 efectivos fueron asesinados.La ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, refirió que los efectivos policiales cumplían su deber. “Solo estaban para restablecer el orden interno. Solo lanzaron bombas lacrimógenas”, afirmó la ministra. De acuerdo con la versión de la funcionaria del gobierno, se indicó que antes del operativo los indígenas asaltaron una caseta policial a dos kilómetros de la zona conocida como la “curva del diablo” asesinando a policías y despojándoles de sus fusiles AKM.

Fuente: La República del 06.06.09